Good Night.

Es increíble cómo pasamos a segundo plano sin darnos cuenta. A lo mejor, simplemente, pedimos demasiado; pero claro, bien nos gusta sentirnos protagonistas alguna vez, sentirno queridos, especiales...
Así pues, cerramos los ojos y pedimos un deseo, al volver a abrirlos nos damos cuenta que todo sigue igual: todo es en color a escepción de nuestra visión. Desolados, nos encerramos en cuatro paredes, alejados del resto; infelices, pero a la vez sonrientes. Nos sentimos seguros, y por primera vez en mucho tiempo, nosotros mismos; escribimos alguna que otra frase que concuerda con alguna que otra frase y, dormimos.