Dame amor.
No entiendo tus prontos, tampoco es algo que me perturbe, tampoco comprendo tus diferentes formas de tratarme. El verano empieza a anunciarse a pesar de que me aferre a la lluvia y ,aunque me cueste reconocerlo, últimamente lo necesito. Así pues, con el pensamiento de tus dedos alborotando mi pelo, dejo la ventana abierta para que te enredes en mis sábanas esta noche.
Comentarios
Publicar un comentario