Vuelvo borracha (y sola) a casa otra vez.
Me acerco sigilosamente por detrás y tomo tu mano, giras, me miras y me rodeas con tu brazo. Al ritmo de la música te pegas a mi y comenzamos a hablar con nuestros cuerpos. La gente empieza a desaparecer al mismo tiempo que un foco de luz brilla sobre nosotros. Nos rozamos con miedo, sonreímos mientras nos miramos de reojo y seguimos girando. Tu aroma mr envuelve borrando todas las palabras que nos hemos gritado hace un momento. Me retiras el pelo de la cara y del hombro, colocas varios mechones detrás de la oreja, sigues la línea de mis labios con las llemas de los dedos...Seguimos girando y mis pupilas dilatadas te miran con súplica. Me acercas más a ti y depositas un beso en la comisura de mis labios. Automáticamente, me abrazas fuerte mientras respiras. El sol asoma por las ventanas, la música ha dejado de sonar, y tú, ya no estás.
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