Si quieres...

Llegó a mi vida acompañado de días grises, momentos que he adorado como una niña pequeña disfrutando de una piruleta. Magia y complicidad son conceptos que le atribuyo, con él he bailado en el metro, me he mojado cerca de mi portal y he naufragado en la terraza del salón. 


Entonces llega la sorpresa. Viernes veintiuno de noviembre. Yo en clase comentado actos terroristas cuando se enciende mi pantalla del móvil con un vídeo. Desesperarme los minutos siguientes porque la clase se alarga más de lo normal, correr al baño, ponerme los cascos y reproducirlo.

Una estrofa improvisada, con nerviosismo al no saberte la letra y los acordes bien.

Un guiño final, la lengua fuera, demostrando que el niño imperativo está ahí contigo siempre.

Una estrofa improvisada y un guiño final. No he necesitado más para llevar conmigo, desde ese momento en el que di al play, una sonrisa brillante del tipo que sé que te persigue en sueños.

Comentarios

Entradas populares