Segundos que ocupas mi mente.
Me gustaría tener el valor de llamarte de repente y decirte que te quiero, que representas aquello que no sabía que estaba buscando en los días lluviosos de primavera.
Todo esto quedará en una de tantas fantasías que acompañan tu nombre. La peor de todas, pensar que hubo una época en la que tú realmente eras consciente de mi presencia. Ahora solo me queda fumarme tu esencia con la creencia de que se irá al consumirse la colilla.
Llegará el día que tenga en frente a alguien al que miraré al mismo tiempo sus pupilas, y haga que los minutos avancen frenéticamente junto al compás de mis latidos. Por tanto, no habrá cabida para momentos somnolientos.
Todo esto quedará en una de tantas fantasías que acompañan tu nombre. La peor de todas, pensar que hubo una época en la que tú realmente eras consciente de mi presencia. Ahora solo me queda fumarme tu esencia con la creencia de que se irá al consumirse la colilla.
Llegará el día que tenga en frente a alguien al que miraré al mismo tiempo sus pupilas, y haga que los minutos avancen frenéticamente junto al compás de mis latidos. Por tanto, no habrá cabida para momentos somnolientos.
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