Vuelves pero ya no anuncias un invierno lento sino un verano de sequía.
Pequeño trovador que vagas de ciudad en ciudad, sales escaldado de todos los bares y vuelves cada madrugada a casa para cobijarte bajo las faldas de tu madre. Caminas abusando del "tal vez", ofreciendo un mañana, olvidas que me muevo en el presente de indicativo, tiempo verbal que desconoces. Mi error es buscar la verdad oculta de las personas, mi errata es querer tu respeto. Por momentos olvido que vives interpretando una fábula picaresca. Triste, te escabulliste sin rozarme la piel. Mi tormento, no tener cicatrices.
Comentarios
Publicar un comentario