Detalles chiquitos.
Cuando estás mal y deseas arrojar todo por la borda para poder largarte, ahí estoy yo deteniéndote. Ya sé que al principio me quedo callada y que luego no digo las palabras correctas; debido a que no sé muy bien cómo actuar, quizás debería crear un contacto físico para reconfortarte. Cada uno necesita su propia manera de enfrentarse al dolor y de poco sirve lo que te puedan decir. Lo único que hago en esas situaciones es el tonto, al final acabo diciendo idioteces, consigo sacar la parte irónica y chistosa de cada situación hasta conseguir hacerte reír y, por lo tanto, sonreír. Será una tontería pero la risa es mi mejor arma. Sea o no lo que necesites ahí estoy contigo o intento estar siempre que puedo y me dejas. Ahora bien, ¿qué sucede cuando es al revés? Tratas con mi rabia, mi pasión y mi amor, me conoces demasiado bien y después de tantos años todavía no sabes qué hacer cuando te enfrentas a mi tristeza e inseguridad. Aunque no lo parezca a veces necesito a alguien que evite que me centre en el torbellino de emociones que me sacuden y no me dejan respirar. A lo mejor pido mucho y estoy siendo muy egoísta al no ser capaz de ver todo lo bueno que hay en ti, pero es mentira porque lo hago realmente, conozco a la perfección tus virtudes y defectos. Me atrae todo tu conjunto, y es por eso por lo que libraría miles de batallas junto a ti, el problema es que tengo la sensación de que al final acabaría sola enfundando mi espada. Puede que tú no suelas recurrir a mí cuando necesitas ayuda, pero ya me encargo yo de que tropieces conmigo pues no soporto ver sufrir a la gente que quiero. Lo que no sabes es que yo sí he acudido a ti cuando he necesitado un salvavidas teniendo como una ahogadilla.
Tengo esa sensación conmigo desde hace mucho tiempo. Vas a abandonarme, tarde o temprano, cuando consigas a esa persona que satisfaga todas tus necesidades. ¿De qué me sirven unas risas bien altas si están acompañadas de palabras de consuelo cuando nadie mira? Nunca te he hecho elegir ni lo haré jamás porque es un acto demasiado egoísta para mí, pero lo haces continuamente y duele. Me gustaría poder cortar la dependencia emocional que me supones, odio ser tan cristalina con gente que no sabe apreciarlo; porque yo te he enseñado la caja de Pandora que habita en mi mente y eso vale mucho más que un polvo. Para poder obtener uno lo que quiere, lo que debe hacer es ponerse en pie y pedirlo. Definitivamente debo aprender esto último.
Comentarios
Publicar un comentario