El miedo a fracasar marca la derrota

Devuelve el tiempo que he gastado buscando una razón que justifique tu actitud en vano, porque las horas pasan y esos días grises van perdiendo peso. Todo sigue igual aunque más ligero. Mi cerebro sigue conduciendo en círculos, a veces se calma y camina en línea recta hasta que acelera y vuelven los giros. No quiero precipitar las cosas y forzar algo, lograr autoconvencerme de la idea que lleva acostándose meses a mi lado.  Sé que esto suena a capricho de niña pequeña que se rebota por perder su juguete, pero pasaron cosas antes de que estallara la tormenta, sucesos que evité afrontar. No sé cuál es el concepto que tienes de mí, no merece la pena, sé que me dolerá igualmente ya que no actuaste con sensatez y eso ya dice mucho de ti, ¿quién dice que no volverá a suceder? A pesar de que estés semipresente en mi vida actualmente y en un futuro no coincidamos, no me importa tardar en completar el cuadro. Todas las piezas siempre acaban por encajar ¿no?

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