Sin conciencia.
Sobrevivo de la necesidad de agradarte y me acuesto con el dulce dolor de tus palabras, nunca conseguiré ser alguien para ti. En realidad no te necesito para humillarme, yo misma me cabo mi propia tumba cada día, soy yo la que coloca las expectativas muy altas con el fin de no alcanzarlas. Sólo me queda el sabor agridulce de mi caída, si sólo pudiera no tener conciencia para ser esa nada que te complaciera....
Comentarios
Publicar un comentario