¡Bendita ignorancia abrázame fuerte!
La curiosidad mató al gato dejándome un nudo horrible en el estómago. Así que me rindo, me marcho. Necesito ese control que tenía hace cinco minutos, necesito sentirme ligera aunque pesada a la vez, pero no demasiado que a lo mejor deseo volver algún día.
En realidad creo tener suerte al no saber nadar, aunque ahora me ha surgido una duda: "¿vendrías en mi rescate?"

Comentarios
Publicar un comentario