Ordenando sucesos.

Ayer y hoy.

Me hablas distante con restos del cariño que años atrás  sentiste por mi. Me arropas mientras me cuentas un cuento, me besas la frente y dices "te quiero". Apagas la luz y todo vuelve a ser como siempre. Tú con ansias de destruirme y yo observando como preparas el cuchillo. 

Hoy y ayer.

Vuelvo a verte y lo que parecía que iba a ser una reproducción de 'volver a verte' de Malú se ha convertido en dos besos en la mejilla, fruto de la costumbre y educación. Así que lucho contra los deseos de darte un abrazo y no pensar y las ganas de cerrar con llave tu piso y prendernos. 

(Crees comocerme, y lo hiciste,  ojalá supieras mi nueva dirección).