Es tarde.

Una rosa. La segunda. Me tratas con delicadeza y complicidad. La comodidad y picardía es dueña de nuestros encuentros. Eres respetuoso y dulce, no te dejo ser malo a pesar de que es lo que más deseas. Contigo no existen los complejos pero al final todo es una pequeña ilusión que de vez en cuando juega en nuestra mente.

Comentarios

Entradas populares