Un amanecer juntos.
La verdad es que no sé quién eres y eso no me preocupa. No me importa quién de los dos hará la cama mientras el otro se da una ducha. Sólo sé que me siento libre al pensar en ti y muy pequeña cuando me acaricias. Así que, alarga este momento entre la noche y el alba y bebamonos todos esos sueños que creemos tener. Pero por favor ni se te ocurra darme un beso de despedida porque ambos sabemos que no existen.
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