Finalmente lo escribí.

Últimamente he estado intentando buscar el significado a todo lo que me dijiste alguna vez, al final el desconcierto ha dado paso a un pequeño cabreo por la situación en la que me encuentro. Me he dado cuenta de que todo este tiempo he estado caminado entre un puñado de palabras que en el fondo no me importan nada en absoluto.

Me gustaba que te conformaras con poco o nada. Lo supe desde el principio y no me importó. Todo era tan nuevo para mi que hubiera apostado cada anochecer por llegar a sentir el dolor de la pérdida. Al final todo se reduce a la confusión por no sentir, porque no quiero que te engañes, la desilusión no viene de haber dejado de ser una novedad para ti sino de que eras perfecto para implicarme emocionalmente y no sé por qué pero ni siquiera me duele tu pequeño interés de hoy y tu olvido de mañana. Llámame loca o directamente masoca pero desearía que me importase todo eso que a muchas otras las tiene colgadas al teléfono cada día. Quizás necesité más tiempo o simplemente me protegí de tal menera para no darte la satisfacción de tener un joven corazón roto en tu lista, porque todo esto que escribo para ti no es más que "mi pobre corazón roto y yo llorando por las esquinas" y, claro te aburre y te da risa.

Si tuviera que quedarme con algo que me recordara a ti sería ese beso que nunca recibí, pues uno de los mayores errores que tenemos es el empeño que mostramos en querer aquello que no necesitamos.

Quizás debería dejar de intentar encontrar algo que nunca hubo.