Pequeños propósitos.

La vida puede resumirse en momentos dulces y momentos salados, cada persona los disfruta y los padece a su manera, lo importante es seguir adelante ya sea a un paso normal, corriendo, bailando o dando saltitos. NUNCA deberíamos tener miedo al tiempo que es al fin y al cabo nuestro único enemigo, pues siempre, queramos o no, para bien o para mal, avanza. Se desliza entre nuestras yemas como si fuera arena, lentamente dejando demasiadas veces un gran pesar. Debemos dejar de empeñarnos en querer todo aquello que sabemos que no necesitamos y nos hace daño, tampoco hay que ser tan estrictos con todos aquellos que queremos porque no podemos exigir el mismo nivel de compromiso que nosotros estamos dispuestos a dar. Aunque también es importante dejar de echar de menos a aquellos que no nos sienten. Sólo debemos cumplir una cosa, la cual es muy importante, es una obligación nuestra de cada día: querernos un poco más, lo que quiero decir es valorarse; porque vosotros lo valéis todo.