El silencio y su calma.
Me encanta este lugar porque a pesar del frío que hace éste no llega a mi. El cielo está cubierto de una capa blanquecina y el silencio se balancea a mi alrededor. Ahora mismo cualquier conversación sería perfecta, podemos hablar del pasado, del presente o del futuro, de la casualidad de aquella pareja del gimnasio o simplemente de ti y de mi o de nada. Sí, este último tema es bastante apetecible. Mientras seguimos caminando en círculos con Sigur Rós sonando en mi cabeza, tu mano se va alejando de la mía y, es algo gracioso porque nunca han estado a milímetros como para sentirse. En realidad nunca has estado aquí y yo dudo el haber estado alguna vez.
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